por Oscar Cuervo *
Vagando por las plataformas encontré una película de Godard que no vi en su momento.
(Pero cuál sería su momento:
Grandeur et décadence d'un Petit comerce de cinéma... (el título completo es más largo). Un encargo de la TV pública francesa de 1986 para el ciclo Série Noir (37 telefilms encargados a diversos cineastas, adaptaciones de la colección de novelas policiales de Gallimard). A Godard le encargan "The soft centre" de J H Chase, pero como es de prever Godard toma y desfigura algunos motivos de la novela para hacer otra cosa. Se dio una sola vez en la tv y ahí quedó hasta que en 2017, fue restaurada para el festival de Locarno y de ahí a todos los festivales del mundo).
Está filmada en video, restaurada en digital, subida a las plataformas y yo la vi en mi notebook. Digamos que se banca todos estos pasajes y mantiene su gracia, su hermosura y su carácter huidizo. Lo que más me gustó es que Godard pone todas las fichas en cada cosa que hace, no se guarda nada, trabaja con el mismo amor con todos los materiales a los que accede, tan lejos del desprecio que le adjudican los que hacen toda una carrera para despreciarlo. El dadaísmo con que arma y desarma sus investigaciones acerca de qué cosa es una película y todo lo que puede caber dentro de ella es su espíritu indoblegable. La delicadeza con que trata el encadenamiento de planos muestran que siempre es, hasta en los pequeños gestos, un buscador de la belleza.
Hay comicidad y hay juego, hay amor por el cine posible. En la mitad de la década del 80 también se nota que JLG está preparándose para las Histoire(s). El percibe la mutación de la imagen que está a punto de suceder y no retrocede hacia ningún paraíso perdido. Esa obra va siendo hecha al filo del abismo. Hasta hoy. Y no digo más porque se acaba el espacio.
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