domingo, 18 de noviembre de 2018

Dieciocho piedras


Pier Paolo
No toquen
esas dieciocho piedras
que forman lecho
e izado arriba
el «espaldar» de Cristo.
Las flores,
sí,
cuando estén secas,
esas, quítenlas,
mas el «espaldar»,
pobre y soberano,
y esas dieciocho irregulares piedras,
puestas en defensa
de una voz altísima,
¡ya no las quiten más!
Se ocupará el viento
de alisarlas,
y suavizar
sus ángulos pungentes;
se ocupará el sol
de hacerlas quemantes,
abrasadoras
como su pensamiento;
caerá la lluvia
y las hará lucientes,
como la luz
de sus palabras;
se ocupará el «espaldar»
de darnos aún
la fe y la esperanza
en “Cristo pobre”.

Eduardo De Filippo, 1975

(Traducción: Ana Fioravanti - Ilustración: Carmen Cuervo)

"… Perché io so distinguere morti da morti e vivi da vivi. E Pasolini era veramente un uomo adorabile, indifeso; era una creatura angelica che abbiamo perduto e che non incontreremo più come uomo; ma come Poeta diventa ancora più alta la sua voce e sono sicuro che anche gli oppositori di Pasolini oggi cominceranno a capire il suo messaggio". Eduardo De Filippo.

1 comentario:

  1. "... Porque yo sé distinguir a muertos de muertos y a vivos de vivos. Y Pasolini era verdaderamente un hombre adorable, indefenso; era una criatura angélica a la que hemos perdido y a la que ya no encontraremos como hombre; pero como Poeta su voz llega a ser todavía más alta, y estoy seguro de que aun los opositores de Pasolini hoy comenzarán a comprender su mensaje." Eduardo De Filippo.

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