lunes, 31 de diciembre de 2018

Corsario


de lo mejor de 2018

Corsario: Mis listas suelen incluir a Perrone, no es mi culpa, es él que él insiste en buscarle siempre otra vuelta a la pregunta por el cine y la pregunta me interesa. En Corsario están Pasolini, Verlaine, Caravaggio. Pero va más atrás, hasta los griegos, con una cámara estenopeica.
στένω / ὀπή. Una caja con agujero sin lente y por ende sin foco.
En el paseo conurbano en blanco y negro desenfocado se intercalan planos con derroche de colores, flores que exhalan el perfume embriagador de la juventud o quizás simplemente te regalen un aroma mórbido. Como si Pasolini hubiera llegado hasta acá a hacer una remake de Caravaggio -otro que amaba a los muchachos y los buscaba por suburbios peligrosos en los que encontró su muerte violenta- lxs chicxs posan en medio de tableaux vivants. ¿Trazan Pasolini, Verlaine y Caravaggio el volumen de un cono temporal en alguno de cuyos puntos busca situarse la mirada de Perrone? ¿Cómo filmar con nitidez desde distancias focales ubicuas? El desenfoque es la clave de Corsario, el recurso con que el Perro se para de manos ante la prepotencia de la nitidez en la era digital. Como diciendo: estas máquinas nos ofrecen imágenes tan nítidas que no nos dejan ver.

Salu2 Perro

sábado, 29 de diciembre de 2018

Lazzaro felice: la sumisión angélica para paladares Netflix


Que Roma y Lazzaro felice, dos exponentes del humanismo de la mala fe contemporánea, condescendientes con los sumisos perfectos, sean consideradas películas atendibles por la cinefilia supuestamente rigurosa me causa una honda desazón.
Lazzaro felice: Una idea de la inocencia angélica en medio del mundo malvado, que asimila la bondad al idiotismo y rubrica la maniobra con el rito sacrificial del idiota, quiere pasar por una fábula sobre la crueldad contemporánea de la que la película participa.
Al principio parece atractiva por su retrato del mundo arcaico pero su extraño giro "religioso" tan forzado como chamuyero termina por desbaratar su intento de decir algo sublime sobre la bondad y la maldad contemporáneas, con banalidad ofensiva.
La fotogenia del protagonista y su imprevista amistad con el joven aristócrata prometen al principio algún tipo de tensión entre ética y política que se resuelve en la segunda parte con su religiosidad de realismo mágico. Los críticos que adjudican religiosidad a Lazzaro desconocen con tenacidad lo que Bresson o Pasolini hicieron al respecto. Las comparaciones con Rosellini y los Taviani me revuelven el estómago. Es el licuado de lo que con todos esos nombres venerables es capaz de hacer Netflix.
Lazzaro podría prometer un cierto registro de un arcaísmo subsistente, hasta el giro alegórico sobre el estado angélico que ofende a los oprimidos del mundo con el bajo recurso de la angelización de la sumisión.
Dos agravantes para la catástrofe artística de Lazzaro felice, el premio al ¡mejor guión!, justo lo que  arruina el buen comienzo de la película. Quizá el premio en Cannes al mejor guión sea solo el síntoma de que Netflix ya impuso su hegemonía. Netflix no quiere cine, quiere guiones con giros sorprendentes.
Y por último, que dignos cineastas y programadores poderosos hayan señalado a Lazzaro felice como película del año me sugiere un arruinamiento masivo del gusto por el cine.
Después de esta "revelación", extraño al Bruño Dumont de los campesinos malvados.

viernes, 28 de diciembre de 2018

Mujer nómade que puede un cuerpo


de lo mejor de 2018
Mujer Nómade (Martín Farina)
"¿Quién sabe lo que puede un cuerpo?" cita Esther Díaz a Baruch Spinoza y entregada a la cámara de Farina parece dispuesta a poner su propio cuerpo en disponibilidad para la pregunta. Si en el ámbito académico porteño ella es una de las principales impulsoras de la crítica al imperio de la tecnociencia, en la película su cuerpo se ve sometido a toda clase de tecnologías invasivas. A lo largo de Mujer nómade se citan muchas veces palabras como "sexualidad", "tecnología", "saber" y "poder" pero, en el momento culminante, la palabra que ella pronuncia es una que no proviene del léxico foucaultiano ni deleuziano: dice "desesperación".

Mujer nómade es el sexto largometraje de Farina, pero él llegó a asentar su poética justo cuando la crítica advirtió que existía. Ahora ya no está para los premios revelación sino para las retrospectivas.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Germán García


Un tipo inteligente y amable a quien tuve la suerte de conocer en su Fundación Descartes, un sábado a la tarde de muchísimo calor, cuando nos invitó a hablar de Kierkegaard a Ana Fioravanti y a mí. 
Me llamó la atención su buen trato, su sencillez -cuando ya era uno de los faros secretos de Buenos Aires- y su curiosidad intelectual. No me debería haberme llamado la atención porque eso explica una parte de su relevancia. Pero siempre es distinto cuando lo conocés en persona.
Sigilosamente fue uno de los gestores del movimiento cultural de la Argentina moderna. Estaba en todos los lugares que podía en el momento preciso, escribió, pensó, organizó, creó revistas e instituciones. Se dice que su fundación Descartes, lacanianamente, no necesariamente se refería al filósofo del Cogito, sino quizás a la acepción de lo descartado, o incluso al pseudónimo que usó Perón en los años 50 para escribir algunos artículos. Será el calor o no sé qué pero siempre a esta altura del año parten muchos de los que nos acompañaron. Y nos queda la inquietud de por qué no estuvimos más tiempo con ellos, cuando estaban a nuestro alcance.

martes, 25 de diciembre de 2018

Un cine históricamente ligado a la justificación de crímenes en masa


de la serie lo mejor del año
por Oscar Cuervo

Did You Wonder Who Fired the Gun? (Travis Wilkerson): Conocí el cine de Wilkerson en una retrospectiva integral programada por Roger Koza para el DocBsAs. Y esta es su más reciente y mejor película (si no las hubiera visto una detrás de otra en poco menos de una semana no me animaría a decirlo).
Quiero plantar bandera por una experiencia que sólo puede suceder en una sala de cine. Wilkerson no pertenece a la secta de los cinéfilos que cree que es preferible mostrar que decir. Porque hay cosas que sólo se pueden mostrar, sí. Pero hay cosas que sólo pueden decirse. Por ejemplo, "yo". Una voz que dice: "El que está sentado en el regazo de ese hombre que disparó el arma soy yo, ese es mi abuelo" provoca una experiencia intransferiblemente acústica. Demanda ser escuchado, no visto.
El cine nació silente y los intertítulos se usaban la mayoría de las veces para suplir lo que no se podía mostrar. Pero un día el cine se volvió sonoro y desde entonces la edición de la banda de audio es tan relevante al menos como la puesta de cámara.
Llevó un tiempo hasta que algunos grandes autores advirtieran el peso del sonido en el cine. Bah, no llevó tanto tiempo. Si las primeras películas sonoras son de los 30 o por ahí, pocos años después Orson lleva la sintaxis radiofónica al cine. ¿Hay quien no haya advertido que Citizen Kane es insostenible sin el background que Welles traía de la radio? 
Una década después Bresson lo había advertido con todas las letras. El discípulo inevitable de Bresson, Godard, del que solo se puede ver una película si se toma la precaución de que va a escuchársela bien, volvió a los intertítulos del silente para que generen con su audio esencial una fricción poética.
Chris Marker, de quien Wilkerson es evidente discípulo, construía sus películas a partir de la tensión entre una narrativa enunciada en off y un encadenamiento de imágenes cuyo sentido era unificado por esa voz. Santiago Álvarez, el otro maestro declarado por Wilkerson dijo algo así como "dénme dos fotos y una canción y les hago una película". 
Por último quisiera agregar a Sokurov, cuya dimensión sonora no puedo dejar de vincular con cierta zona del cine de Wilkerson, desde el momento en que ambos construyen sus políticas de autor desde la voz que enuncia desde afuera. Sokurov dice que durante gran parte de su vida no vio una película porque en su pueblito en medio de la estepa rusa solo llegaba la radio. Y Elegía de un viaje, por ejemplo, o Confesión, por ejemplo, podrían ser puestas en diálogo con varias de las películas de Wilkerson, aún desde ideologías aparentemente opuestas.
Wilkerson puede construir toda una secuencia de Did You Wonder Who Fired the Gun? a partir de que su voz nos relata que está siendo perseguido, mientras el campo de lo visual se acota hasta el mínimo: una carretera de Alabama recorrida de noche por un auto sobre el que está montado el narrador. El efecto de ese sostenido plano no es solo inquietante por la posibilidad real de que él esté siendo efectivamente seguido por los servicios de información norteamericanos, cosa no improbable en la paranoica norteamérica actual. Hay otra dimensión posible no menos peligrosa acerca de quién o qué es lo que persigue al narrador: acaso de lo que él no puede escapar es de su propia historia.
En Did You Wonder Who Fired the Gun? Wilkerson finalmente logra así fundir su historia personal con la de su nación, casualmente la misma que consolidó su identidad a partir del cine. 
Cuando él nos dice "ese de la foto, mi abuelo, es el asesino en cuyo regazo aparezco" su historia personal queda ligada a la de su nación, a su violencia fundacional, a su prepotencia irreparable. Wilkerson nos recuerda que ese cine está ligado históricamente a la justificación de crímenes en masa. Un motivo por el que Did You Wonder Who Fired the Gun? resulta de visión necesaria es que después de verla uno no puede hacerse ya el tonto al respecto.
Did You Wonder Who Fired the Gun? es el cupo norteamericano entre mis películas del año, desde la perspectiva de lo que Hollywood dejó históricamente fuera de campo. Fuera Donald Trump y fuera David Griffith. Y Fuck Macri.

lunes, 24 de diciembre de 2018

Me gusta contar lo que siento realmente así en diez años sabré lo que pensaba a los veinte


Este género poético musical lo escuchan millones de chicos sub 20. Dice todo lo que no han dicho las dos generaciones anteriores. Con alta calidad artística. Del resto de las audiencias los separa un abismo de ignorancia (por parte de quienes no los conocen). Es interesante observar que el trap es desdeñando por los músicos establecidos y por el rock cristalizado por décadas en gestos rituales. Pero en ningún otro género popular aparece el mundo de hoy. 

Los músicos que les desconfían en base a parámetros que no son adecuados y que los envidian por su repercusión podrían hacer algo mejor: descubrir todo lo que estos pibes dicen y ello nunca dijeron.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Roma o el brillito de sol sentimental matemáticamente colocado


el triunfo de netflix sobre el cine
o sea una mala noticia
eso es Roma, la nueva de Alfonso Cuarón, un evidente retroceso en su obra después de la magnífica Gravity
no es que se trate de una película pésima
las películas pésimas pueden llegar a tener pifies corajudos y mantenerse en el ámbito de la experiencia cinematográfica
en este caso es peor
Cuarón no la pifia, la fotografía es invariablemente bonita, sus travellings son virtuosos
su humanismo loable, en la época de Trump y Bolsonaro su alegato por la integración de los niños ricos, sus madres separadas y sus mucamas respetadas en su dignidad étnica propaga un poco de alivio entre tanta violencia
si no luciera todo tan fríamente calculado, tan lustroso y sensiblero
si cada brillo de sol no estuviera tan perfectamente calibrado para relucir en las pantallas led, puro lenguaje publicitario
y la tonalidad de cada intérprete no fuera tan monocorde y ajustado a las exigencias del guión
un guión ilustrado con la más extenuante armonía de grises
hollywood ya está en condiciones de consagrar este astuto paquete bondadoso como el nuevo paradigma de qualité
y convencernos a todos de no salir de noche con lo peligrosa que está la calle

UNA MIERDA, BAH

Lady Macbeth (William Oldroyd)


de lo mejor del año
 Lady Macbeth no es lo que parece La película de William Oldroyd fue uno de mis sobresaltos de 2018 Aunque fue filmada hace un par de años, llegó en 2018 acá empieza como típico melo del s19


Y afortunadamente se va transformando en... en qué? algo horroroso

lunes, 10 de diciembre de 2018

El conformista - Bertolucci



Los cualunquistas
Para los cualunques la vida es normal, vas a la cancha con tu hijo y te volvés a casa a mirar la tele y así la vida va pasando, tu mujer, tu profesión Son los normales Argentina no es un país normal El mundo es anormal, los normales son impostores, falsos ingenuos, cínicos agretas



Il conformista
Lo que me más impresionó al ver El conformista, la película del reciente finado Bertolucci, no fue su retrato de un fascista, sino el fascismo de un normal El personaje que hacía Trintignant no era fascista durante el fascismo, solamente era normal Eso lo lleva a hacer las peores canalladas para pasar desapercibido Tan desapercibido que casi él mismo se lo cree



Cuando el fascismo cae y alguien lo reconoce, le grita ¡fascista! La escena más temida Pero él se queda mirando de reojo un cuerpo tentador Su propio deseo no le grita, le habla al oído despacito pero peligroso, más que cuando le gritan ¡fascista!



Extraño a Bertolucci en el cine No sus últimas pelìculas sino las condiciones de posibilidad de su década prodigiosa 1970 1979

jueves, 6 de diciembre de 2018

O fantasma y otros sobresaltos






Vi O fantasma, creo que la primera película de João Pedro Rodrigues, hoy uno de mis directores favoritos, en el Bafici 2003, una de las mejores ediciones de su historia Era jueves casi a medianoche en un Cosmos atestado, yo iba por mi quinta película de la jornada Con poca oxigenación y bastante cansado me interné en una de las experiencias más intensas que haya tenido en una sala de cine Rodrigues hace una versión de Les Vampires situada en el universo nocturno de los recolectores de basura de Lisboa En clave gay 

Debo decir que la película me produjo reacciones físicas Salí mareado Llegué a casa y me tiré en la cama, era como si la cama se bamboleara en un río agitado Me zumbaban los oídos Dormí mal, si es que dormí 

Al otro día tenía marcadas para ver otras cinco en el Bafici No pude Me levanté a la tarde para ver solamente The skywalk is gone, de Tsai, de 22 minutos nomás

O fantasma me trasportaba a una dimensión onírica de una ciudad, de la mano de unos basureros que creo yo nunca el cine les había visto la cara Ni las otras partes del cuerpo que filmó JPR

Todo un gesto político mostrar a los tipos que mientras la ciudad duerme levantan la basura que tiramos Y mostrarlos como cuerpos deseantes en una ciudad afantasmada 

Con el tiempo fui descubriendo que no era un colapso mío y JPR es realmente un cineasta genial Quizá la que menos me guste sea la última, El ornitólogo, la más international style

Digo esto porque JPR estâ en Bs As para una retro completa en el Malba a partir de hoy, en la semana del cine portugués La oportunidad de verlas en sala y en sus soportes originales seguro no se repetirá JPR va a estar presente en las funciones

Lo digo también porque hoy JPR declaró que descubrió a Apichatpong en ese mismo Bafici 2003, cuando se dio Blissfully yours A mí me pasó igual Blissfully yours, O fantasma, The skywalk is gone... Extraño esa época de grandes descubrimientos cinéfilos


miércoles, 5 de diciembre de 2018

Hu Bo y el elefante sentado y quieto







An elephant sitting still 

Hu Bo se llama el director Se puede dejar la vida y todo el cine posible en una sola película? Hu Bo pudo 4 horas de cine de melancolía terminal, los productores querían que hiciera una versión de duración más acorde con el mercado Está claro que la película no podía durar un minuto menos Me hace acordar a JiaZhangke cuando estaba empezando, pero más oscuro, más crepuscular, quizás mejor Hu Bo llegó directo a la estilización El mundo reconoció su maestría y él poco después se mató No da ponerse a juzgar su suicidio Varios personajes se suicidan en la propia película Que tiene más vida que muchas películas donde nadie se mata Pero él tenía la delicadeza de filmarlos fuera de foco Hu Bo no necesita más que UN ELEFANTE SENTADO Y QUIETO para haber quedado entre los grandes del s 21
Esos personajes de Hu Bo están a punto de salvarse, de encontrar un motivo para seguir. Ir a ver al elefante sentado y quieto abre una posibilidad que nunca se pierde mientras se respira. Cerca de los maestros del lejano oriente que en las últimas décadas se consagraron a filmar la mutación de su territorio en tiempo real. Inmediatamente pienso en Jia Zhang-ke, sus primeras películas, las más ásperas, también en Hou Hsiao-hsien, el tramo realista de su obra, desde The boys from Feng Kuey a Good bye, south, good bye. O el primer Tsai. Y en el  documental, Wang Bing: un territorio violentado por la aceleración brutal de la historia, donde el tiempo de las existencias no puede seguir el rastro de las alteraciones del mundo y todo horizonte se parece a un abismo. El realismo es la manera verdadera de filmar esta mutación: la potencia del paisaje desolado, cielos abiertos a la nada, deptos oscuros, paredes rajadas, la basura, la mirada triste de los perros, el mundo disponible que no puede simularse. Hay que ubicar a los personajes sobre el territorio y dejar que la cámara los siga largamente. Me dicen que hay una corriente filosófica política que se llama aceleracionista. Me gustaría saber qué cárabo quieren. 
En las películas de Hu Bo, la única que hizo, hay que mirar lo fuera de foco si podés.

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miércoles, 21 de noviembre de 2018

Las buenas maneras: cuarta película de ¿amor?

Sábado 24/11 - 19:30 - Fundación IWO - Ayacucho 483



por Oscar Cuervo

Resulta sorprendente que en el peor momento de la historia brasileña el cine de ese país esté pasando por un período tan fértil. Las buenas maneras (As boas maneiras, de Juliana Rojas y Marco Dutra, 2018) es una prueba elocuente de esta fertilidad. Quizás no se trate de una incongruencia ni de un desfasaje entre la realidad y el arte, sino de la capacidad que algunos artistas guardan para registrar conmociones subterráneas. As boas maneiras, con su condición de extraño film mutante, puede ser pensado en una clave sociopolítica que los modos habituales de encarar la realidad ni siquiera sospechan.



La película que este sábado vamos a pasar en nuestra tercera jornada de cine de ¿amor? pide ser pensada con muchos signos de interrogación. Los planos iniciales con el personaje de Clara (Isabél Zuaa), su oscura belleza andrógina, despiertan una honda intriga sobre su naturaleza, que por transitividad se extiende a toda la película. Clara es una mujer negra, pobre, bella y misteriosa. La conocemos cuando llega a ofrecerse como empleada doméstica en la casa de Ana, joven blanca y burguesa. Ana también guarda un misterio que el avance de la trama irá desvelando de a poco. As boas maneiras, en su primer tramo, amaga con ser un estudio sobre el despliegue de lazos eróticos entre dos mujeres de situación social opuesta. Pero la audacia de los autores hace que el avance en la dirección que nos señala ese primer extrañamiento vaya sumergiéndonos en extrañamientos cada vez más fuertes.



Rojas y Dutra despliegan un arte que juega a desconcertar nuestras expectativas y en cada giro del relato nos aguardan con una nueva perplejidad. Pulsan registros y tonalidades, prueban modulaciones que alteran el acorde inicial desde un realismo austero e intrigante hacia una fascinación onírica que fluye por debajo de la vida diurna, pulsiones salvajes que se extienden bajo la epidermis de una civilización fallida. Amor lunático, enueño, ternura, terror, un cauto pero decisivo crecimiento del rol de la música, la inesperada coexistencia del cuento folklórico y la ciudad posmoderna, eros y horror. 




Cuando ya creíamos entender por dónde avanzaba la intriga, se produce un giro drástico que es un salto cualitativo del relato, una fractura por la que se cuela la fuerza desmesurada de lo otro. Rojas y Dutra se propusieron desde su primera película -Trabalhar cansa- filmar esa energía arrolladora que se cuela por la fractura. Fractura estilística que alude a una fractura de lo real. En As boas maneiras logran lo que en la película anterior era una aspiración estética - política. Lo que suma asombro al asombro de este film de amor al extraño es su destreza para resolver tanta ambición inscribiéndose en una tradición del cine como arte de masas.



Jugada en clave de fábula popular, As boas maneiras no propone conciliar en la pantalla lo que en el mundo está fracturado. El final quita el aliento.

Este sábado a las 19:30 en Fundación IWO, Ayacucho 483.

martes, 20 de noviembre de 2018

La ceniza es el blanco más puro

Festival de Mar del Plata: Ash is purest white (Jia Zhang-ke, China, 2018)






por Erica Vainscheinker

 Quiao, la heroína de la película, está perdidamente enamorada de Bin dispuesta a todo para protegerlo. El es un gángster que vive una vida nocturna y está situado en un alto rango en su grupo. Cuando una noche él es atacado por una pandilla enemiga, ella no duda en salir en su defensa a los tiros. Como el arma es ilegal, va presa. Abandonada en la cárcel, espera en vano la visita de su amor.

Las escenas de tono melancólico contrastan con las escenas nocturnas en las discotecas y la música casi bizarra de Village People: el recurso al pop occidental -Madonna, Pet Shop Boys- es una marca de autor de Jia.

Ella no duda, es fuerte y amorosa. En cambio, él es manipulador y violento. Es notable el recurso narrativo para anticipoar que algo va a suceder con ella: en primer plano suenan unos golpes como de alguien golpeando una puerta pero con un volumen magnificado. Parece que el espectador pudiera vivir la experiencia de la chica y escuchar también ese llamado. Y Quiao siempre obedece a lo que escucha. Bin, es cambio, es más bien cobarde y no es capaz de sostener la relación con Quiao.

Como sucede siempre en la filmografía de Jia, vemos los drásticos procesos de cambio de China, la violencia social, las idas y vueltas de amores no correspondidos... También, como en Xiao Wu, The world o Mountains may depart, bastante melancolía, algo de melodrama y leve comicidad, Ash is purest white ha sido la mejor manera de cerrar mi festival de cine en Mar del Plata 2018, en compañía de mi queridísima madre.

Mis otras reseñas de este festival las pueden encontrar en el blog La otra.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Aguad le dijo a Novaresio que el gobierno intentó sacar al país de la crisis como sacó al ARA San Juan

"El gobierno intentó salir de esta locura sin que nadie quedara en el camino: como el ARA San Juan, nadie tenía que quedar en el camino" dijo el milico.


Novaresio anoche le dio al milico Aguad más de media hora de aire cómodo para que blanquee su imagen después del desastroso final del ARA San Juan. Para hacerlo, el "periodista independiente" rompió la clásica estructura de Debo decir y se sentó solo junto al milico, impidiendo la intervención de algún otro invitado que pudiera arruinar el discurso de marketing que el gobierno trata de instalar como "noticia positiva". Novaresio fue muy complaciente con uno de los funcionarios más desastrosos de un gabinete en el que tiene mucha competencia para ver quién es el más cretino. Cuando Novaresio invita a alguna figura de la oposición es usualmente secundado por alguno de los periodistas hiperoficialistas del Grupo América para que interrumpan al opositor y desvíen la conversación hacia la "pesada herencia" o "los cuadernos de Centeno". Acá no pasó. Novaresio deja explayarse a Aguad sin sobresaltos.

Al final, como para poner un toque pseudocrítico, Novaresio alude a la calamidad económica producida por el macrismo y lo hace en términos ciertamente suaves. Esboza un reproche sobre la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados y el perjuicio que les significó el nuevo cálculo de las jubilaciones que remplazó al que había establecido antes Cristina. Dice Novaresio:

El gobierno dijo que con la nueva fórmula jubilatoria [los jubilados] no iban a perder plata y [ahora] se quedan 18% atrás de la inflación.

Y, a los 24:24 del video que todos pueden ver acá, Aguad establece la comparación esclarecedora:

"El gobierno intentó salir de esta locura del país que le faltan 25 mil millones de dólares por año sin que nadie quedara en el camino, como el ARA San Juan, nadie tenía que quedar en el camino".


Es probable que Novaresio se haya dado cuenta de la barbaridad que acababa de confesar Aguad y por eso, en lugar de repreguntar, apurado por disimular el papelón, haya cortado al milico y terminado abruptamente el reportaje: "Le propongo que la próxima venga y charlemos de estas cuestiones...".

Algunas evidencias:

- Estas bestias del gabinete hablan sin filtro e involuntariamente terminan por decir lo que hacen: el macrismo está llevando al país a terminar como el ARA San Juan.

- Un cretino como Aguad, sin un periodista cómplice, no resiste un reportaje. Con un periodista cómplice tampoco, si el espectador está atento a lo que dice.

- Aguad probablemente haya intentado comparar el país conducido por el macrismo con el submarino hundido alentado por el intento de transformar el tardío y sospechoso hallazgo del ARA en una noticia positiva. No pensó en la peligrosidad de hacer esa comparación. La verdad de algún modo aflora.

- Su soltura para decir un disparate es prueba de que la aparición del submarino justo un año después de su desaparición fue planeada como una maniobra oportunista para fijar agenda positiva. El intento parece fallido no solo por el fallido de Aguad, sino por la repulsa con que el anuncio oficial fue recibido por los familiares de los tripulantes muertos en el estrago.

- Los que sí se dieron cuenta de la barrabasada de Aguad son los propietarios del Grupo América (Vilas-Manzano), que en su canal oficial reproducen casi toda la entrevista y, oh casualidad, le rebanan el despiste final del milico. Sin blindaje mediático, el gabinete de monstruos no soporta el contacto con el aire. Habrá que retener y transcribir estos pasajes porque quizás, en días de patrullaje en las redes sociales como estos, la versión completa que acá reproducimos sea borrada y solo quede la versión rebanada oficial de América.

Debo decir.

Televisión en radio

La otra.-radio: Hoy a las 12 de la noche en Radio Gráfica, FM 89,3, online acá


Una noche agitada, las calles tan brillantes
el mundo era tan delgado y entre mis huesos y mi piel
ahí había otra persona
que estaba un poco sorprendida
para encarar a un mundo tan lleno de vida
¿cómo me cayó?
¿me hizo sentir mal?
nahhh... (¿uh?)
caí en los brazos de la Venus de Milo.

Sabé que es como un nuevo tipo de droga
mis sentidos se agudizaron y mis manos como guantes
Broadway se veía tan medieval
parecía agitarse como páginas de un libro chiquito
y me caí riendo
con un viejo amigo
¿cómo me cayó?
¿me hizo sentir mal?
nahhh... (¿uh?)
caí en los brazos de la Venus de Milo.

De repente mis ojos erstaban suaves y temblorosos
yo sabía que era dolor, pero el dolor no dolía
después Richie dijo:
"eh, man, vamos a vestirnos de policías,
¡pensá en lo que podemos hacer! "
pero algo nos dijo: "mejor no."
y caí
¿me hizo sentir mal?
nahhh... (¿uh?)
caí en los brazos de la Venus de Milo.

Ilustración: Lucía Villalobos


Hoy en La otra.-radio, FM 89,3 Radio Gráfica, online acá, vamos a hacer un recorrido por la historia de la banda Television, desde sus inicios con Richard Hell -un clásico personaje maldito del rock-. Un repaso por sus dos discos de estudio -el más conocido, Marquee moon, y el ignorado Adventure-, su separación, las carreras solistas de Tom Verlaine y Richard Lloyd -sus dos guitarristas- y sus retornos desde 1992 hasta hoy.

Desde su vuelta tuvieron más reconocimiento popular, pero siguen siendo una banda de culto, a pesar de que hasta David Bowie haya hecho versiones de canciones de Verlaine.

Viene nuestro Santiago Segura y hablará de algunas conexiones argentinas de Television: Fricción, Charly García y del guitarrista Jimmy Rip, integrante de Television y reconocido sesionista que hoy vive en Tigre.

Dieciocho piedras


Pier Paolo
No toquen
esas dieciocho piedras
que forman lecho
e izado arriba
el «espaldar» de Cristo.
Las flores,
sí,
cuando estén secas,
esas, quítenlas,
mas el «espaldar»,
pobre y soberano,
y esas dieciocho irregulares piedras,
puestas en defensa
de una voz altísima,
¡ya no las quiten más!
Se ocupará el viento
de alisarlas,
y suavizar
sus ángulos pungentes;
se ocupará el sol
de hacerlas quemantes,
abrasadoras
como su pensamiento;
caerá la lluvia
y las hará lucientes,
como la luz
de sus palabras;
se ocupará el «espaldar»
de darnos aún
la fe y la esperanza
en “Cristo pobre”.

Eduardo De Filippo, 1975

(Traducción: Ana Fioravanti - Ilustración: Carmen Cuervo)

"… Perché io so distinguere morti da morti e vivi da vivi. E Pasolini era veramente un uomo adorabile, indifeso; era una creatura angelica che abbiamo perduto e che non incontreremo più come uomo; ma come Poeta diventa ancora più alta la sua voce e sono sicuro che anche gli oppositori di Pasolini oggi cominceranno a capire il suo messaggio". Eduardo De Filippo.

domingo, 21 de octubre de 2018

El que no ama ni siquiera se da cuenta


Vamos enfrentando el final de la visión. La fatiga y la angustia que me ha costado describirla no quiero contárselas al lector: me bastará recordarle que es atroz vivir y conocer un mundo donde los ojos ya no saben dar una mirada no digo ya de amor, tampoco de curiosidad ni simpatía. Aunque estoy "contento del desierto", intento pensar en uno de esos padecimientos que suelen impedir expresarnos y hablar civilizadamente: sólo el que que ama sufre al ver que la persona amada cambia. A los políticos no les importan nada los pobres; a los intelectuales no les importan nada los jóvenes. Así que no sólo no sufren a causa a de sus cambios, sino que precisamente ni siquiera se dan cuenta. Y no se trata de un simple cambio, incluso doloroso en cuanto degradante. Se trata, como he dicho, de un verdadero genocidio. El que no ama ni siquiera se da cuenta. 

 Pier Paolo Pasolini, Petróleo

Ilustración: Carmen Cuervo

miércoles, 10 de octubre de 2018

Cuándo


Estando en la Academia, Eudamidas veía como el anciano Xenócrates buscaba la verdad con sus discípulos, y preguntó: «¿Quién es este viejo?». Entonces uno le respondió que era cierto hombre de esos que buscan la virtud, a lo que él exclamó: «¿Y cuándo va a usarla?». 

Johannes Climacus, seudónimo de Søren Kierkegaard, 
Post Scriptum no científico y definitivo a «Migajas filosóficas»
nota al pie de página 45, Ediciones Sígueme, Salamanca, 2010

Ilustración: Carmen Cuervo

jueves, 6 de septiembre de 2018

La impaciencia


A la impaciencia nunca puede ocurrírsele el disciplinarse a sí misma para comprender que el modo en que se vence es tan importante como la victoria.

Søren Kierkegaard, El libro sobre Adler
capítulo I, nota al pie (Inédito en español, traducción de Ana Fioravanti)
Ilustración: Carmen Cuervo

miércoles, 15 de agosto de 2018

Amarse a sí


por Andrés Albertsen
Ilustración: Carmen Cuervo

Uno de los principales aportes de Søren Kierkegaard a la tradición luterana (y cristiana en general) es que para él pecado no sólo es el amor egoísta a sí mismo, sino también la falta de amor propio. Amarnos a nosotros/as mismos/as del modo recto es para Kierkegaard algo que tenemos que aprender. Vean el siguiente párrafo de Las obras del amor:

"Quienquiera que conozca un poco a los seres humanos admitirá sin duda que, igual que con frecuencia ha deseado poder moverles a que renunciaran al amor de sí, también con frecuencia ha deseado que fuera posible enseñarles a amarse a sí mismos. Cuando el atareado derrocha su tiempo y sus fuerzas al servicio de actividades vanas e insignificantes, ¿acaso no será porque no ha aprendido a amarse rectamente a sí mismo? Cuando el frívolo se entrega, casi como si él fuera una nulidad, a los juegos embaucadores del momento, ¿acaso no será porque no tiene ni idea de lo que es amarse rectamente a sí mismo? Cuando el melancólico desea deshacerse de la vida, e incluso de sí mismo, ¿acaso no será porque no quiere aprender a amarse a sí mismo de una manera rigurosa y seria? Cuando un ser humano, porque el mundo u otro ser humano deslealmente le ha traicionado, se abandona a la desesperación, ¿no será su culpa (desde luego que de su sufrimiento inocente no estamos hablando ahora) sino la de no amarse a sí mismo de un modo recto? Cuando un ser humano, atosigado por sí mismo, cree prestar un servicio a Dios martirizándose, ¿cuál será su pecado sino el de no querer amarse rectamente a sí mismo? ¡Ay! , y cuando un ser humano osa ponerse la mano encima, ¿acaso no será su pecado amarse con rectitud a sí mismo en el sentido de que un ser humano ha de amarse?" (Página 42 en Las obras del amor, Sígueme, 2006).