viernes, 22 de julio de 2022

Si te vuelvo a ver le pido a la idea que por esta vez mi piel salga entera

 Año sin Palo

Foto: Alejandro Pi-hué

El Tiempo que pasó

No pudo curarme

La biblia se cerró

La abrí por quemarme

Si te vuelvo a ver

Será por la idea

De que el amor aquel

Funciona en mi sangre

Y el diablo de papel

No pudo quemarme

Se que fui infiel

Funciona en mi sangre

Me arrancaré

La piel y la carne

El poder de la luna y el sol

Encerrado en tu interior

Si vas a decir adios

Tendrás el poder de la luna

Y si vas con tu corazón

Tendrás el poder de sol

Tendrás el poder del sol

El tiempo que pasó

No pudo curarme

La biblia se cerró

La abrí por quemarme

Si te vuelvo a ver

Le pido a la idea

Que por esta vez

Mi piel salga entera

El poder de la luna y el sol

Encerrado en tu interior

Si vas a decir adiós

Tendrás el poder de la luna

Y si vas con tu corazón

Tendrás el poder de sol

Tendrás el poder del sol

El poder de la luna y el sol

Encerrado en tu interior

Si vas a decir adiós

Tendrás el poder de la luna

Y si vas con tu corazón

Tendrás el poder de sol

Tendrás el poder del sol.


"La idea", canción incluida en el disco póstumo de Palo Pandolfo, Siervo, había sido compuesta hace ya más de quince años y nunca antes la había grabado. Los motivos por los cuales permaneció inédita durante tanto tiempo son misteriosos, dada su ostensible belleza. Palo decidió grabarla en las últimas semanas de su vida. Todavía duele hoy escribir frases como esta, cuando justo se cumple un año de su inesperada muerte. 

Fue uno de los más grandes artistas que dio el rock argentino y eso puede comprobarse en la escucha de su extensa obra discográfica, no sólo en su primera y hoy celebrada banda Los Visitantes. Pero Palo se desplegaba con mayor intensidad en sus actuaciones en vivo: era de esos que crecen sobre un escenario hasta dimensiones sagradas. Por eso su ausencia pesa más: no bastará con sus discos para ponderar cuánto era. Dejó canciones muy hermosas pero imposible que otros intérpretes logren rozar los picos de belleza a los que él llegaba incluso en los tablados más precarios. Su presencia  derrochaba incandescencia e invariablemente cada noche en la que lo vimos vibrar en música nos dejó una marca indeleble.

A un año de su ausencia esta delicada realización de Verónica Palmieri y Leo Vaca nos hace sentir que aún algo suyo queda entre nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario