sábado, 6 de julio de 2019

Una colillla de cigarrito quema el sueño americano


Era una camioneta repleta de espaldas mojadas yendo a la frontera
buscando la meca, buscando la happy, buscando Miami y la vida light.
Les esperaban los Federales licenciados en humanidades.
Vaya coraje muerte al mestizaje, ni el General Custer fue tan salvaje.

"¡Los quiero todos vivos o muertos!" gritó el sargento a la caza del indio
"doy diez mil pesos a quien me traiga la cabellera del más mestizo".
Una cabeza cayó en la arena, en la arena cayó la cabeza
de Carlos Cuesta, último descendiente de Moctezuma, un jefazo azteca.

Su cabeza cayó en la arena, ¡Ay! en la arena la cabeza
de Carlos Cuesta y ya estaba muerta pero aún iba fumando rodando y fumando.
Y el cigarrito cayó de sus labios, sería por miedo que seguía huyendo
y siguió rodando y sin darse cuenta cruzó la frontera y se puso a salvo

¡Welcome to United States of America!
¡Santa Bárbara bendita
protege a esta pobre colillita
que echa, que echa, que echa humo!

Esta es la historia de un cigarrito o mejor dicho de la colilla
de un cigarrito que fue rodando desde Laredo hasta Washington.
Pa' una colilla la chispa de la vida no es la coca-cola, es la gasolina
¿Que es lo que pasa si una colilla se cuela en una gasolinera?
Pues que hace ¡¡pummm!! Pues que hace ¡¡pufff!!

La explosión se oyó en todo Texas, era el comienzo de una gran gesta.
Pues una chispa pilló una tubería de esas subterráneas de gas homicida
que explotó bajo una refinería de esas petrolíferas nuclearizadas
Y también gracias a la policía y al super cuerpo de los bomberos
se extendió el fuego de pozo en pozo desde el Paso hasta San Antonio.
 Y es que el petróleo es superinflamable, así que Texas voló por los aires
era la hoguera de las vanidades, era el infierno de los cobardes.

Con tanta industria y con tanta cañería, tanto cableado tan bien comunicado
fue muy sencillo pa' la colilla sembrar de fuego todo el Estado.
Una central nuclear por aquí, un arsenal militar por allá
y en un plis plas de aquí para allá, Santa Bárbara, ¡qué barbaridad!

La colilla seguía seguía y seguía, Alabama, Missouri, Louisiana, Georgia
y lo peor es que aún nadie sabia que pasaría llegando a Florida:
que en una milésima de centésima explotó una base de la marina
de esas que fabricaba yo qué sé porquerías atómicas químicas o radioactivas.

¡A tomar por culo toda Florida,
las dos Carolinas, la pobre Virginia!

Y en el Oeste llegaban noticias que el fuego seguía, seguía, seguía
El fuego se iba de New Laredo cruzando el desierto por el gaseoducto
y en California fue recibido con artificios y pirotecnia
La cabeza de Carlos Cuesta seguía muerta tirada en la arena
pero su cigarro se abría el paso se estaba cumpliendo el Sueño Americano.

En San Francisco era la sensación, estaba de moda en toda la nación
Entró en San Diego por la puerta grande, la costa Oeste estaba a sus pies
Muchos efectos especiales pa' quemar todo Silicon Valley
llegó a los Ángeles ¡viva el buen cine! se quema la industria de Hollywood.

Luego la colilla se fue a las Vegas, tirada en la acera vio otra colilla
le prendió fuego: "juega conmigo, apuesto al rojo a que lo quemo todo".
Así que todos los cigarritos tirados, pisados, los más oprimidos
se hicieron todos del Sindicato, había a nacido la mafia del fuego.
Mientras en algún estado sureño un montón de puros habanos
sembraba el caos dando por culo a los Marlboros Americanos.

Era la orgía de las colillas
era la fiesta de Halloween
Operación Galimatías
Arriba, arriba y arriba iré.

Les habla el Presidente de los Estados Unidos de América:
Nuestro país esta siendo atacado
pero tranquilos, que desde el gobierno
lo tenemos todo controlado.

Una mierda todo controlado, todo se estaba yendo al carajo
ni el séptimo de caballería pudo evitar tal carnicería.
Nebraska y Kansas ya no existían, de Colorado no quedó ni rastro
Amarillo estaba al rojo vivo y Dalas y Fénix ardían y ardían.
El fuego ardía como el Jack Daniels, era mas tóxico que el McDonald's
qué mal que huele cuando se quema una bandera con tanta estrella.

Se nos quema el salvaje oeste. ¡Ay, va! Qué peste, qué mala suerte
arde Wyoming, arde Oregon, arde Wisconsin, arde Washington.
Es una super super producción, mega espectaculo televisivo
con muchos extras, muy bien dirigido, muy aplaudido en el resto del mundo.

"Es una cosa muy rara, muy rara" declaraba la NASA "no sé lo que pasa"
y en el Pentágono ya preparaban cuales serian las represalias
En el país de las maravillas todo se quema mucho más aprisa
sin FBI, ni marines, ni CIA, todos a la mierda, justicia divina.
Es la venganza de Moctezuma, va por Chile, por Guatemala,
por Argentina, por Nicaragua. ¡Así se queman las dictaduras!

Houston, tenemos un problema…
Houston, tenemos un problema..
Y es que estoy que echo humo…

Sta. Bárbara baila que baila, de su mirada tan inmaculada
lanzaba rayos, lanzaba truenos sobre la tierra norteamericana.
Era todo como Disneylandia, mucha fantasía muy bien animada
cuándo más arriba se sube en la cima más duro seguro será la caída.

Porque luego vinieron las plagas, salieron las ratas buscando carne humana
y la lluvia ácida arrasaba Wisconsin y toda Minneapolis e Indianápolis.

¿A que no saben dónde estaba escondido el famosísimo botón rojo?
Estaba sumergido muy bien protegido bajo del lago de Michigan.
Solo tenia que haber explotado en caso que el país hubiera sido atacado
pero hubo un fallo, el botón se apretó y el holocausto se desencadenó.

Adiós Chicago, adiós Detroy, adiós Boston, adiós cowboy’s
se nos quema la gran Babylón, la colilla por fin llegaba a New York.
entró en Manhattan, a la Gran Manzana ¿me la como asada o me la como guisada?
Y es que la colilla era muy sibarita, una gran amante de la buena cocina.
Y es que la colilla ya no sabía si estaba huyendo de la policía
o simplemente se divertía pero ella seguía, seguía, seguía.

Cogió una barquita, llegó a la playa, se subió en una patera,
"me voy pa Espanya, la madre patria".
Five, four, three, two, one... ¡FIRE!

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